Obama no tiene amnesia. Pero tiene la esperanza de que tu sí la
tengas.
En su última de una serie de entrevistas en el programa “60 Minutes” el presidente tomó posiciones que son el polo opuesto de lo que él ha estado diciendo tan recientemente como la pasada primavera.
Uno quisiera que todos esos “verificadores de datos” que señalan supuestos errores de parte de los candidatos Republicanos estuviesen tan decididos a señalar aunque fuesen los peores fallos en las promesas del actual Presidente.
En su entrevista con Steve Kroft, el presidente dijo que él siempre creyó que revertiendo la cultura en Washington “iba a tomar más de un período presidencial”. Es un “proyecto a largo plazo”, dijo, “no un proyecto a corto plazo”. Y luego dijo que durante su campaña en el 2008 él “no hizo promesas exageradas”.
¿De veras?
Hablando en Richmond, Virginia, el 22 de octubre, 2008, Obama prometió poner a millones de estadounidenses a trabajar de nuevo; él prometió un “verdadero cambio”. Por el contrario, la tasa de desempleo es de 8.6 por ciento. ¿O, lo es? Ed Luce de The Financial Times, escribe lo siguiente, “Según estadísticas del gobierno, si el mismo número de personas que en el 2007 estuviesen buscando trabajo hoy, la tasa de desempleo sería del 11 por ciento”. Washington no ha cambiado, es tan disfuncional y está tan atascado como siempre.
Según el Buró de Estadísticas Laborales, desde que el Presidente Obama tomase posesión, la nación ha perdido 1.9 millones de empleos, dando lugar a que el verificador de datos del Washington Post, Gleen Kessler, escribiese que si la economía no mejora, “Obama está en camino de tener el peor expediente de empleos de cualquier presidente en la era moderna”.
En el 2009, el Presidente dijo en el programa “Today”, “Si yo no tengo esto hecho en tres años, entonces esto será cuestión de un solo período”. Unos días más tarde en la Florida dijo que “Yo no voy a dar excusas”. “Si las cosas no han funcionado y la gente no cree que yo he llevado al país en la dirección correcta, entonces tendrán un nuevo presidente”.
La última encuesta hecha por Rasmussen Reports sobre el buen y el mal camino encontró que sólo el 17 por ciento de los estadounidenses cree que el país va por el camino correcto, mientras que un 75 por ciento piensa que va por mal camino.
En la CBS, el Presidente dijo que la elección del 2012 es sobre su visión, pero tal como reportase por el Noticiero CBS Stephanie Condon la semana pasada, “El sesenta y seis por ciento de los estadounidenses dicen que ellos no tienen una idea clara de lo que él quiere lograr en un segundo período… menos de la mitad de los demócratas dicen que ellos tienen una idea clara de lo que el Presidente quiere lograr si es reelecto”. ¿Es que no lo sabemos? El quiere imponer impuestos a los “millonarios y multimillonarios” para que el gobierno tenga más dinero que desperdiciar.
¿Nada de esto es culpa de Obama? ¿Puede culparse a Bush por todo? Aparentemente el Presidente ha decidido que jugar a echarles la culpa a otros es una buena estrategia de campaña.
El presidente culpa a los Republicanos por no dejarle hacer nada, pero no habla de su propio fallo de no hacer las cosas (fuera de la ley de cuidado de salud, cuya constitucionalidad será decidida en definitiva por la Corte Suprema) cuando los Demócratas controlaban el Congreso durante los dos primeros años de su Administración. ¿Que fue lo que hizo?. Y ¿qué se dice de los Demócratas del Senado que han rechazado todos los proyectos de ley de la Cámara de Representantes tratando de recortar los gastos innecesarios para tratar de llegar a balancear un presupuesto? Ni una palabra.
¿Tengo que continuar? Los programas de vivienda del presidente recibieron $50 mil millones del Congreso para ayudar a recortar los embargos hipotecarios a 9 millones de propietarios. Como reportase The Washington Post en octubre, sólo $2.4 mil millones de ese dinero se ha distribuido, ayudando a sólo 1.7 millones de personas a evitar el embargo.
Imagínense que dirían los Demócratas y sus acólitos en los medios si un presidente Republicano tuviese una actuación similar. No hay que imaginárselo. Con una tasa menor de desempleo y menos deuda en la Administración Bush, los Demócratas eran implacables en sus ataques, prometiendo mejoras. Barack Obama nos aseguró que él mejoraría las cosas.
Los demócratas no mejoraron nada y nada está mejor. Según los propios estándares del Presidente Obama, y contrario a lo que él dijo en “60 Minutes”, él no merece un segundo período.
Que él piense que se ha ganado la reelección nos trae a la mente la definición en el World English Dictionary de “hubris”: Orgullo o arrogancia; (en la tragedia griega) un exceso de ambición… en definitiva causando la ruina del transgresor. ©2011 Tribune Media Services, Inc.
En su última de una serie de entrevistas en el programa “60 Minutes” el presidente tomó posiciones que son el polo opuesto de lo que él ha estado diciendo tan recientemente como la pasada primavera.
Uno quisiera que todos esos “verificadores de datos” que señalan supuestos errores de parte de los candidatos Republicanos estuviesen tan decididos a señalar aunque fuesen los peores fallos en las promesas del actual Presidente.
En su entrevista con Steve Kroft, el presidente dijo que él siempre creyó que revertiendo la cultura en Washington “iba a tomar más de un período presidencial”. Es un “proyecto a largo plazo”, dijo, “no un proyecto a corto plazo”. Y luego dijo que durante su campaña en el 2008 él “no hizo promesas exageradas”.
¿De veras?
Hablando en Richmond, Virginia, el 22 de octubre, 2008, Obama prometió poner a millones de estadounidenses a trabajar de nuevo; él prometió un “verdadero cambio”. Por el contrario, la tasa de desempleo es de 8.6 por ciento. ¿O, lo es? Ed Luce de The Financial Times, escribe lo siguiente, “Según estadísticas del gobierno, si el mismo número de personas que en el 2007 estuviesen buscando trabajo hoy, la tasa de desempleo sería del 11 por ciento”. Washington no ha cambiado, es tan disfuncional y está tan atascado como siempre.
Según el Buró de Estadísticas Laborales, desde que el Presidente Obama tomase posesión, la nación ha perdido 1.9 millones de empleos, dando lugar a que el verificador de datos del Washington Post, Gleen Kessler, escribiese que si la economía no mejora, “Obama está en camino de tener el peor expediente de empleos de cualquier presidente en la era moderna”.
En el 2009, el Presidente dijo en el programa “Today”, “Si yo no tengo esto hecho en tres años, entonces esto será cuestión de un solo período”. Unos días más tarde en la Florida dijo que “Yo no voy a dar excusas”. “Si las cosas no han funcionado y la gente no cree que yo he llevado al país en la dirección correcta, entonces tendrán un nuevo presidente”.
La última encuesta hecha por Rasmussen Reports sobre el buen y el mal camino encontró que sólo el 17 por ciento de los estadounidenses cree que el país va por el camino correcto, mientras que un 75 por ciento piensa que va por mal camino.
En la CBS, el Presidente dijo que la elección del 2012 es sobre su visión, pero tal como reportase por el Noticiero CBS Stephanie Condon la semana pasada, “El sesenta y seis por ciento de los estadounidenses dicen que ellos no tienen una idea clara de lo que él quiere lograr en un segundo período… menos de la mitad de los demócratas dicen que ellos tienen una idea clara de lo que el Presidente quiere lograr si es reelecto”. ¿Es que no lo sabemos? El quiere imponer impuestos a los “millonarios y multimillonarios” para que el gobierno tenga más dinero que desperdiciar.
¿Nada de esto es culpa de Obama? ¿Puede culparse a Bush por todo? Aparentemente el Presidente ha decidido que jugar a echarles la culpa a otros es una buena estrategia de campaña.
El presidente culpa a los Republicanos por no dejarle hacer nada, pero no habla de su propio fallo de no hacer las cosas (fuera de la ley de cuidado de salud, cuya constitucionalidad será decidida en definitiva por la Corte Suprema) cuando los Demócratas controlaban el Congreso durante los dos primeros años de su Administración. ¿Que fue lo que hizo?. Y ¿qué se dice de los Demócratas del Senado que han rechazado todos los proyectos de ley de la Cámara de Representantes tratando de recortar los gastos innecesarios para tratar de llegar a balancear un presupuesto? Ni una palabra.
¿Tengo que continuar? Los programas de vivienda del presidente recibieron $50 mil millones del Congreso para ayudar a recortar los embargos hipotecarios a 9 millones de propietarios. Como reportase The Washington Post en octubre, sólo $2.4 mil millones de ese dinero se ha distribuido, ayudando a sólo 1.7 millones de personas a evitar el embargo.
Imagínense que dirían los Demócratas y sus acólitos en los medios si un presidente Republicano tuviese una actuación similar. No hay que imaginárselo. Con una tasa menor de desempleo y menos deuda en la Administración Bush, los Demócratas eran implacables en sus ataques, prometiendo mejoras. Barack Obama nos aseguró que él mejoraría las cosas.
Los demócratas no mejoraron nada y nada está mejor. Según los propios estándares del Presidente Obama, y contrario a lo que él dijo en “60 Minutes”, él no merece un segundo período.
Que él piense que se ha ganado la reelección nos trae a la mente la definición en el World English Dictionary de “hubris”: Orgullo o arrogancia; (en la tragedia griega) un exceso de ambición… en definitiva causando la ruina del transgresor. ©2011 Tribune Media Services, Inc.
Las informaciones que aparecen en este artículo han sido
tomadas de:
CUBALLORA en un
artículo de Cal
Thomas.
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